Pandemia 2
octubre 11, 2020
Pandemia 2

Dime qué términos utilizas y te diré cómo eres.

¡Dime cómo enfocas las cosas y te diré cómo te va a ir!

Retomemos, por tanto, el problema de la metaforización de la pandemia en términos bélicos. La cuestión no es menor, pues en función del discurso con el que encaremos las cosas, las decisiones que tomaremos, o las medidas que serán consideradas oportunas, serán unas u otras. El discurso, como la ideología, las fantasías inconscientes y las expectativas, condicionan, cuando no determinan, las decisiones personales y políticas.

De la “guerra” declarada a la pandemia vamos a ver surgir una serie de derivadas lógicas, conforme al “frente” de “unidad” global que se ha construido ante el “adversario” común. Y es que, un conflicto bélico requiere, por una parte, de un exterior constitutivo, el “enemigo”, y por otra de un “soberano”, el cual tiene la potestad para aplicar el estado de excepción1. De ahí que esta ficción patriarcal, militarista, conlleve para cualquier Estado democrático una primera “batalla” de proximidad: los primeros enemigos contra los que hay que “lidiar” son los propios ciudadanos, al ser estos potenciales portadores “encubiertos” del virus y su difusión. Un “peligro” mayor que debe “confrontar” el Estado es el “riesgo” en las medidas a implementar para “combatirlo”, pues la población se “enfrenta” a todo ello de forma marcadamente desigual. Durante los confinamientos y las cuarentenas, hay quien dispone de “refugios” acomodados, pero la mayoría, en muchos países del mundo, los tiene o bien incómodos, o bien precarios o incluso inexistentes. ¡Cuánta gente vive al día y al raso, en la pura intemperie, sobreviviendo como buenamente puede!

Pensemos que, incluso en el caso que se halle una vacuna, el uso que de ella hagan las autoridades competentes, sometidas o compradas por los intereses de los poderosos, será en provecho del mantenimiento de la actual biopolítica internacional. Sólo hay que tener en cuenta los medios utilizados por quien es el referente mundial en gestión y control de la pandemia: China. O, ¿a caso nos creemos que la reciente aparición de un test de detección del SARS-CoV-2 sencillo, rápido y barato, supondrá una mayor liberación de nuestro día a día y nuestra economía sólo porque tarde unos 5 minutos, sea pequeño, portátil y no requiera de personal especializado ni equipamiento sofisticado? Dicen que sólo bastará una cámara de un teléfono móvil (quien disponga de uno) para comprobar si una muestra da positivo o negativo. Pero, he aquí que el test de CRISPR, alternativa a las PCR y a los test de antígenos, también indicará la cantidad de coronavirus presente en la muestra, lo cual informará, a quien corresponda (según la legislación y las trampas vigentes), sobre la fase de la infección en la persona, si esta aún es contagiosa, y si debe o no permanecer aislada (no obviemos que, seguramente, se utilizará un dispositivo móvil personal que posibilitará también su identificación, control y seguimiento)2.

Reflexionemos, ahora, sobre las distintas consecuencias de todo lo expuesto, teniendo presente las constantes guerras internacionales existentes: las económicas. Tenemos una serie de países, y empresas, que forman parte de lo que podemos denominar el sistema de dominación mundial, y que no parecen desear ser generosos por mera solidaridad con los países más castigados por la pandemia. Las ayudas van a tener un coste, habrá condiciones e intereses elevados. La guerra económica mundial está en marcha de manera no declarada, y los que mandan y ordenan aprovecharán la pandemia, cueste lo que cueste. No va a haber por tanto soluciones, ni remedios, no habrá acuerdos ni tratados de paz. Para todos nosotros, los condicionantes dependerán de si estamos en la zona de explotación mundial, o no, ya que como siempre sólo los que tengan el poder, los “ganadores”, se repartirán los beneficios suplementarios de esta crisis; y los que pagarán el precio más alto serán los dominados, los “vencidos”, los más desfavorecidos y vulnerables, social y económicamente.

El derrumbe de la civilización es más que una posibilidad: saqueos, enfrentamientos civiles, ocupaciones militares, destrucción en masa del aparato productivo, pánico y desorden social, deterioro moral, y desaparición de la autoridad y credibilidad de los aparatos del Estado.

La esperanza que nos quede va a depender de lo que cada un@ decida hacer.

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Arnan Castelló

¡Hola! Me llamo Arnan Castelló y soy Psicólogo Sanitario y Psicoanalista, también con formación en psicoterapia clínica y terapia de pareja y familia, especializado en paternidad, maternidad y crianza, sexualidad, adolescencia, drogodependencias y conductas adictivas

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